El cantautor hizo brillar sus 'Joies italianes i altres meravelles' con cómplices como Serrat, Aute, Maria del Mar Bonet y Roger Mas en el teatro Joventut de L'Hospitalet
ALBERT BERTRAN |
Joan Isaac, emocionado durante la inerpretación de Maria del Mar Bonet.
JORDI BIANCIOTTO
VIERNES, 15 DE ABRIL DEL 2016 - 17:41 CEST
Iba a ser un acto de compromiso apasionado con la canción de autor italiana, y lo fue, pero, además, en el camino dejó un rastro de dúos de excepción y fotos para la historia. No todos los días se ve en un escenario la concentración de voces trascendentes del oficio trovadoresco que desfilaron este jueves por el teatro Joventut, de L’Hospitalet, en la clausura de Barnasants, arropando la nueva aventura de Joan Isaac.
Las 'Joies italianes i altres meravelles' tuvieron como pórtico ese 'Ferragosto' de Samuele Bersani, en que el cantautor de Esplugues esbozó poéticamente un "somrís d’orella a orella" rumbo a un horizonte imprevisto. "Dins de l’aquari de la meva fantasia", decía la letra, si bien todo fue muy real, desde su coincidencia natural con aquel temario, en el que fundió con acierto su pieza propia 'Cala la nit a San Remo', hasta la llegada de sus cómplices, empezando porRoger Mas, que se puso en la piel, y la garganta, de Fabrizio de Andrè en 'Via del campo'. "Ahora empieza lo bueno", anuncio Joan Isaac con humildad.
UN BATTIATO NO AUTORIZADO
Citas sentidas a Vinicio Capossela, Ivano Fossati y un Giorgio Conte que saludó, como más tarde Eugenio Finardi, con un mensaje en vídeo. El cruce de sensibilidades extremas con Enric Hernàez en 'Mira, jo no sóc aquell' (De Gregori) y, de nuevo, Mas en 'L’animal', pieza no incluida en el disco porque la editorial deFranco Battiato no dio el permiso. El encantado viaje a Lucio Dalla en 'Piazza grande' y la memoria de la inmigración en 'Sóc', con el instinto melódico de Luis Pastor.
Y Maria del Mar Bonet, con su voz en precisa sintonía con el aura mágica de 'La lluna i el capità'. "Aún me pondré a llorar", ironizó, o no, Joan Isaac. Sílvia Comes, alzando el tono en 'Gent senzilla' y otros dos platos fuertes: Luis Eduardo Aute, envuelto en la gravedad de 'Atenes en flames', con el canto casi sobrenatural deLaia Rius, y Joan Manuel Serrat, llevando el tango 'Torno al sud' a las costas cubanas con el piano de Antoni-Olaf Sabater, que suplió ahí a Conrad Setó. "Estic destruït!", bromeó el del Poble Sec en amarga alusión a la derrota del Barça en la Champions.
Foto de familia para los anales de la canción, y un bis con 'A Margalida'. "Nunca dejaré de cantarla, nunca", anunció Joan Isaac, a quien, en ese tramo final, se le entrecortaba la voz por la emoción. Las anunciadas 'meravelles' se habían hecho materia sobre el escenario del Joventut.
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